Luis Rodriguez: Por la madurez y convicción de sus jugadores, Chile debería lograr algo importante en esta Copa

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El director de la carrera de entrenador y técnico del INAF y subcampeón de América en 1987, analiza el desarrollo de su actividad y a la Roja de cara a la justa continental.

A escasas horas de la apertura de Chile 2015, el “Chama” Rodríguez avizora. “Tenemos un buen equipo, rotundamente, pero las fuerzas están muy equiparadas. Desde el jueves habrá en nuestras canchas tres o cuatro selecciones fuertes y me parece que, por la condición de local esencialmente, la Roja estará entre las cuatro primeras. Nuestros jugadores están convencidos, veo un buen proyecto”, comenta en el inicio el famoso “Pelao” de fines de los setenta, en la secundaria del legendario Instituto Nacional.

Siempre atento y sonriente, el también profesor de educación física nacido en Santiago el 16 de marzo de 1961 e hijo de la española Ángela Muelas -“de Madrid”- y de Luis, advierte. “La estatura en una defensa, el único tema alarmante de nuestra Selección, puede ser una condicionante significativa, no solamente por el cabezazo y por lo que significa un delantero de 1.85 en relación a un zaguero de 1.70 metros. También porque el de menor talla, al recorrer una mayor distancia, se cansa más al dar más pasos por alcanzar al alto. Son factores elementales que pueden inclinar la balanza a la hora decisiva.”

La trayectoria de Rodríguez fue amplia, tanto en la Selección -integró el plantel subcampeón en la Copa América de 1987, aquel del 4 a 0 a Brasil en Córdoba- como en clubes, desde su estreno en la “U” bajo las órdenes de Fernando Riera y como compañero de Manuel Pellegrini. “Manuel, un ejemplo como profesional, también me dirigió el ‘88, un año lamentable porque descendimos.

“Manuel fue un compañero impecable que siempre nos dio consejos no sólo para nuestra proyección deportiva, sino en lo familiar y en la importancia de los estudios. ‘Sigan estudiando y ordénense con el sueldo’, nos decía. Lo buscábamos para conversar de la vida y para recibir una palabra madura en medio de una equilibrada discusión.

“Y de su ideología técnica, me reflejo con su disciplina y convicción, las que no tranza ni con un Lionel Messi o Arturo Vidal en su equipo. Con ese método ha obtenido excelentes resultados en todos los clubes que ha dirigido. He querido destacarlo en la página de la CASA DEL DEPORTE para que los jóvenes de Viña del Mar tomen su ejemplo ahora que existen más posibilidades de estudiar”.

Hablando de ejemplos y de entrenadores, ¿Fernando Riera fue tu principal mentor?

Don Fernando, un técnico que te metía sus ideas por la razón, fue el mejor maestro en mis quince años de carrera. Era un gruñón gracioso, su rabia contagiaba y causaba risa. Me dirigieron don Pedro Morales, Luis Ibarra, Luis Santibáñez, Nelson Acosta, Leonel Sánchez, Orlando Aravena, todos de corrientes tan diferentes, pero repito, el mejor fue el “Tata”.

Si no me equivoco, él te hizo debutar en Primera División…  

Así es, el ‘80 en un amistoso jugado en Arica en el que me tocó marcar a “Chamaco” (Francisco) Valdés. Imagina, en mi debut marqué a uno de mis mayores ídolos, al que imitaba en los entrenamientos. El “Tincho” (Martín Gálvez) y Orlando Mondaca, molestándome, me bautizaron el Chama. Y, oficialmente, me hizo debutar el ‘81 contra Audax Italiano.

“Llegué a las juveniles de la U el 22 febrero de 1979, recuerdo bien, me probó Carlos Campos, e inmediatamente me citaron a entrenar con el primer equipo. El Tata, que siempre iba a ver a todas las divisiones, entró al camarín preguntando por el volante rubiecito y me dijo: ‘El martes te quiero acá a las nueve de la mañana’”.

Entre maestros, Chamaco Valdés es el número uno entonces…

Fue mi principal referente porque jugaba en mi puesto, pero el número uno es Elías Figueroa, Don Elías, maestro. Me invitó a su despedida en 1984, de lo que estoy eternamente agradecido. Después están Alberto Quintano, compañero en la U, el “Chino” Caszely y Chamaco, un futbolista con una técnica maravillosa.

Recuerda algún gol importante e incidencias especiales de tu carrera… 

El ‘86 la U venció 1-0 a Colo Colo con un golazo mío. A estadio lleno, le hice un sombrero al “Cóndor” Rojas. El ‘92, por Unión Española, ganamos la Copa Chile al derrotar 3-1 a Colo Colo con tres del “Guatón” (Marcelo) Vega. Otro momento especial fue mi debut internacional por clubes, en la Copa Libertadores del ‘81. Y un episodio lamentable fue la Eliminatoria del ‘89, cuando viví desde el banco del Maracaná el corte de Roberto Rojas.

¿Cuándo debutaste por la Roja?

El ‘83 como capitán del equipo que en los Panamericanos de Caracas clasificó a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles. Un honor, pero fue mucho más especial mi debut clase A contra Inglaterra un año después, porque era la primera vez que Chile jugaba con los británicos en nuestro país. Y porque, además, tenían un equipazo: Peter Shilton, Bryan Robson, Mark Hateley, John Barnes…

INAF, FORMADOR DE DOCTRINAS

Lucho Rodríguez, añorando los Campeonatos de Reservas -su trampolín definitivo- y los inolvidables Martes del Ascenso en Santa Laura, entrega rasgos generales de la labor ejecutada por la entidad que dirige desde enero de 2012.

“La carrera es de cuatro años para los entrenadores y de tres para quienes fueron jugadores profesionales, y aquellos que actuaron hasta cinco años en el fútbol joven también pueden estudiar. La visión es liderar en breve plazo esta pasión y la misión es entregar al mercado profesionales con destrezas y capacidades. Tenemos áreas metodológicas y, entre varias otras, la científica que tiene relación con la fisiología, anatomía, biología, desarrollo motor, biomecánica, en fin.

“También contamos con el área especializada referida a todo lo que es fútbol en sí, como las de métodos, y una tecnológica implementada hace tres años para ver y editar partidos. Entonces son varias las alternativas que buscan entregar tipos cabalmente desarrollados y con competencias para  formar jugadores integrales. Y también buenas personas.

“Hemos dado ciertos cambios en algunas asignaturas, modernizando por ejemplo la de fútbol. Nuestro objetivo no es sacar partidarios de Riera, Pellegrini, Salah, Borghi… No. Somos una institución que busca, finalmente, entregar un personaje con chances de identificarse con una de las tantas maneras que ofrece el fútbol para trabajar.

“Afortunadamente nos hemos especializado además en la actualización táctica utilizada hoy en Europa. Como el micro ciclo estructurado y la periodización del entrenamiento físico, sistemas específicos del fútbol que se entrenan fuertemente en todos los rincones del mundo.

“Antes se adoptaban métodos de deportes individuales y se trabajaba en forma aislada, hoy la globalización nos ha conducido a concentrar las actividades en lo que realmente son. Otro ejemplo: no tengo para qué enseñar cómo enfrentar una carrera de 100 metros si en el fútbol no se corre esa distancia. En todo esto, más o menos, hemos estado ocupándonos con nuestros profesores para perfeccionar a las últimas camadas de entrenadores”.

¿Dónde están esas camadas actualmente? ¿A quiénes destacas?

Están casi todas en el fútbol joven, en municipalidades y en lugares que surten al medio. Algunos ya han hecho sus primeras armas en equipos profesionales, entre los que destaco a Víctor Rivero, quien ascendió a San Luis y ahora firmó en Everton, Fernando Bozán, Mario Salas, el “Coto” Sierra, Jorge Pellicer. Y de los egresados recientemente te nombro a Gustavo Dalsasso, un gran profesional que acá demostró mucha capacidad. El “Flaco” es un tremendo arquero y persona enamorada de Viña, y no me cabe duda de que le irá muy bien cuando dirija.

¿Cuál es tu visión de la gran cantidad de novatos DT extranjeros llegados a nuestro medio?

Es un tema complejo porque llegan con poca o nula experiencia como entrenadores. Están los casos de Darío Franco, Diego Cagna, Arturo Grelak, Nelson Vivas… Por eso, para evitar la invasión extranjera que bloquea el producto chileno, reglamentamos a quienes vienen a validar sus títulos tener como mínimo un año de experiencia como entrenadores titulares o ayudantes de un equipo de Primera A o B.

“No envidiamos a nadie ya que en Latinoamérica somos una de las casas de estudios líderes en la formación, y avalada por el Ministerio de Educación. Entonces, al aplicar ciertos grados de exigencia, ha decaído la cantidad de técnicos foráneos. Es cosa de ver quiénes han estado a cargo de los planteles en las dos últimas temporadas.

“En la época de Marcelo Bielsa todos habían trabajado con él, todos eran bielsistas, y la cantidad que venía era desmedida. No había un reglamento, sólo evaluaciones. Y ahí tenemos los fracasos de (Américo) Gallego y de varios que no aportaron nada. Ojalá vengan profesionales que dejen buenas performances, como Jorge Sampaoli y el propio Bielsa, quien produjo un cambio con su estilo ofensivo”.

COPA AMÉRICA 1987, CUARTO SUBTÍTULO DE LA ROJA

El “6” de una U. de Chile llena de enormes figuras en los setenta y ochenta, repasa el torneo continental marcado por un 4 a 0 memorable sobre Brasil.

“El ‘87, cuando jugamos en Córdoba y la final en Buenos Aires, estuve en la banca los cuatro partidos. Claro, en ese plantel brillaban Jaime Pizarro, Patricio Mardones y Héctor Puebla, quienes jugaban en mi ubicación. Ganamos a Venezuela, a Brasil con una goleada histórica y a Colombia en el alague. El 2-1 ante los colombianos se disfrutó más por cómo lo dimos vuelta en los últimos minutos del tiempo adicional y porque tenía jugadores brillantes.

“Brasil, en Sudamérica, le teme más a Chile que a Argentina. Me ha tocado hacer cursos en su confederación, en la cual prestigiosos entrenadores han reconocido ese respeto o temor. Les dije, ‘Argentina es la selección más temible para ustedes. No, Chile es la más complicada’, me respondieron. Y no sólo desde el ’87. Se resguardan mucho con nosotros, les cuesta doblegarnos.

“Llegamos muy bien a la final en la que Uruguay gozaba de un enorme favoritismo. No sé por qué sus expectativas eran tan altas. Posiblemente porque llegó sin cargas a ella producto de un solo partido jugado, lo que el reglamento determinaba entonces para el campeón. Y súper temprano nos echaron al ‘Mocho’ (Eduardo) Gómez, un tremendo sostén en la defensa. Sabíamos que algo raro podía pasar, no estábamos tranquilos, así y todo tuvimos chances para equilibrar el 1-0 final”.

“ME ATREVERÍA CON ANGELO HENRÍQUEZ”

Falta poco, Lucho. Como especialista analiza más profundamente Chile 2015. 

Decía al comienzo que tenemos un muy buen equipo y que hay tres selecciones más con fuerzas equilibradas, sumadas a un Uruguay renovado y que históricamente, ande bien o mal, se ubica entre los primeros. La Roja, un local con fundamentos, perfectamente puede campeonar. Los rounds más importantes serán contra Argentina y Brasil, creo que por ahí estará la pelea por el mejor de América.

¿Puede jugar en contra la excesiva dosis de triunfalismo y de expectativas? 

Por la madurez de nuestros valores, no, pero cuando la expectativa ha sido alta, nuestro equipo tradicionalmente ha caído. En todo caso los muchachos están claritos porque conforman un grupo que lleva mucho tiempo jugando incluso eliminatorias y mundiales. Entonces llegó el momento de ponerle la tapa a la botella, algo importante deberían hacer en esta ocasión. Y tienen a Sampaoli, quien busca su tarea fundamental, el rendimiento.

¿Con qué esquema y piezas te la jugarías?

Mi dibujo táctico es un 4-3-3 y en él pondría a Bravo, Isla, Miiko Albornoz, Mena, Aránguiz, al “Chico” Medel, Díaz, Vidal… Ojalá estén Valdivia y Fernández, tremendos talentos que lamentablemente no han logrado sostenerse en el tiempo después de notables campañas. Y arriba, Vargas y Sánchez son indiscutibles, y me atrevería con Angelo Henríquez.

¿Y qué te parece la CIUDAD DEL DEPORTE como sede?

Fantástico me parece ver a Viña y Sausalito como sedes de la Copa América, a quién no. Tendrán el placer de tener a Argentina con Messi y todas sus figuras, y ojalá en cuartos de final reciban un partido de alto nivel. La ciudad, la naturaleza y la laguna que rodean Sausalito son preciosas, una verdadera muestra al mundo de lo que tenemos en una ciudad chilena.

Por Mario Ramirez Escudero