Nelson Garrido: Antes de mi penal dije, le daré fuerte nomás para asegurar el 4-2

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El autor de un penal histórico para el fútbol chileno recuerda su zurdazo en el Sub 17 de Japón 1993 y una campaña merecedora del título. Y como preparador físico de las categorías juveniles de la Roja, analiza Chile 2015.

En la quietud del complejo Fernando Riera Bauzá, laboratorio de las divisiones menores de la Roja ubicado a pasos del agitado Juan Pinto Durán, quien marcó uno de los dos penales más decisivos de la historia del fútbol chileno no esconde su emoción y gratitud a la CASA DEL DEPORTE, la que lo transporta a 1993, año del tercer puesto logrado por la Sub 17 en Japón. Aquel de su zurdazo implacable, el del 4-2 irreversible en la definición contra Polonia. Héroe como el arquero Ariel Salas -y como Frank Lobos, Héctor Tapia, Patricio Galaz y como todo el plantel adiestrado por Leonardo Véliz-, el actual preparador físico de las Sub 15 y 20 rememora. “Ariel había atajado dos, y Galaz, Frank y Héctor habían acertado muy bien los suyos. A mí me correspondía el cuarto cuando faltaba el de Sebastián (Rozental), entonces mi responsabilidad era gigantesca para poder definir la serie”.

Titular indiscutido en el Mundial -“jugué todos los partidos sin ser reemplazado”-, Nelson continúa evocando el suspenso de Tokio previo a su viaje a su Curicó natal en los recientes días de asueto. “Converso con la Casa del Deporte y me voy inmediatamente a ver a mi familia”- indica. “Allá me doy un respiro junto a mi esposa Silvana, mis hijas Francesca (17) y Deborah (13), y a mis padres Marta Muñoz y Nelson. Y junto a mi hermana Ximena y mis sobrinos”.

“Se acababa el partido, faltaban dos minutos y si Sebastián no convertía el empate, también de penal, nos quedábamos con un cuarto puesto muy pobre para nosotros. El partido fue muy trabado, nos conocíamos con Polonia desde el empate de la primera fase. Era una selección fuerte, típicamente europea, con centrales enormes y un mediocampo pesado. Fue parejo hasta el autogol de Dante Poli, quien propició una enorme jugada que derivó en el empate a uno.

“Ante los polacos nuevamente sacamos a relucir el espíritu mostrado en la preparación y en el clasificatorio de Colombia. Nada dábamos por perdido, siempre luchábamos. Si pudiera mencionar una de las particularidades de esa selección, era esa, no claudicar hasta sentir el pitazo final. Además, teníamos un nivel de jugadores espectacular. Muchas veces fuimos abajo, contra China, dos veces con Polonia, y antes, en la etapa preparatoria y en el Sudamericano.

“Y hablando de lucha y espíritu, no olvido una victoria contra España en un campeonato realizado en Venezuela. Caíamos 2-0 ante un equipazo y en el segundo tiempo lo dimos vuelta ganando 4-2. Otro partido importante en ese sentido fue uno de la ronda final del Sudamericano, frente a Brasil y Ronaldo. Lo recuerdo perfectamente porque ese día, 12 de febrero, estaba de cumpleaños. También perdíamos 2-0 y lo empatamos a dos mereciendo el triunfo”.

Volvamos al penal. ¿Qué sentiste y pensaste antes de anotarlo?

¡Oooh, muy difícil…! Con 16 años en un Mundial y defendiendo a la Selección, tratas de extraerte a un estadio lleno. La caminata desde la mitad de la cancha del Olímpico de Tokio con sesenta mil personas fue eterna, miles de cosas pasaron por mi mente. No sé, es algo indescriptible. Pensé en cómo pegarle a la pelota, si abajo, arriba, colocada… Y al final, a diferencia de mis compañeros, dije, le daré fuerte nomás para asegurar el 4-2. Opté golpearla así entendiendo que si fallaba las posibilidades de Polonia seguían, pero por la ubicación y potencia del disparo el arquero sólo la rozó. No pudo poner mayor resistencia.

“FUIMOS LOS MEJORES”

Garrido, figura concluyente en tierras niponas, también explica su actual labor en las series juveniles de la Roja antes de alargar el cometido de hace 22 años.

“Estoy con Nicolás Córdova en las Sub 15 y 20, cumpliendo una dualidad de funciones durante dos años ya en mi caso. Con la categoría infantil jugaremos a fin de año el Sudamericano de Colombia y a la juvenil, campeona en el torneo de L Alcudia, la estamos preparando para el Sudamericano del 2017 que clasifica al Mundial de Corea del Sur. Quizá se ve anticipado el trabajo, pero como tenemos a los seleccionados solamente tres días a la semana lo tenemos que optimizar para conseguir un cupo en el Mundial”.

El trabajo de 1993 fue anticipado y extenso, como debe ser…

Sí, es lo ideal. Comenzó a principios del 92, cuando recién llegué a la Católica y a los dos meses fui convocado a la preselección integrada por cincuenta jugadores. A mitad de ese año fuimos a un campeonato muy importante en Venezuela, donde terminamos terceros tras enfrentar a España, Colombia, Portugal… Y el Sudamericano de Colombia, en febrero del 93, marcó nuestra pauta al superar un grupo bastante difícil para pasar al cuadrangular final. Eliminamos a Brasil y clasificamos al Mundial como subcampeones cuando empatamos a dos con Argentina.

¿Eras lateral izquierdo o volante defensivo?  

Me inicié como mediocampista en Católica, por la que jugué harto tiempo en ese puesto, pero por una necesidad el “Pollo” Véliz empezó a ponerme de lateral en la Selección. De hecho, llegué como volante a la UC después que me vieron en un nacional amateur Sub 15.

¿Quiénes te vieron?

El dirigente Andrés Alvarado y Gino Valentini, técnico de cadetes en ese momento. Terminado ese campeonato en el verano del 92, y no jugándolo por Curicó sino reforzando a Cauquenes, me incorporé a la primera infantil. Y debuté el 94 en un amistoso frente a Argentinos Juniors en el inicio de la era de Manuel Pellegrini… ¿Mis títulos? Fui campeón siendo titular en el Apertura del 97 cuando vencimos 3-0 a Colo Colo y, además, gané la Copa Chile del 95 con Pellegrini.

¿Y el recordado desempeño en Japón, Nelson?

En el debut, China nos derrotaba 2-0, partido que pudimos empatarlo afortunadamente. Después, obtuvimos un triunfo categórico sobre Túnez por 2-0 jugando un segundo tiempo notable antes del partidazo con Polonia que cerró la primera fase. Este encuentro fue clave porque lo igualamos luego de ir perdiendo 3-1, entonces llegamos con la moral muy alta a enfrentar en la siguiente etapa a una potencia, Checoslovaquia como se llamaba en aquella época.

¿La moral alta se vio reflejada en el marcador definitivo?    

Entramos mentalizados a demostrar lo bueno que veníamos haciendo, y el 4-1 final también fue vital porque nos jugábamos el paso a semifinales de un Mundial y además por nuestra imagen a nivel internacional tras lo sucedido el 89 en Brasil. Nuestro fútbol no tenía mucha implicancia o relevancia porque estaba castigado, entonces toda la atención estaba centrada en nosotros. Como sea, fue nuestro mejor partido, superior a los del Sudamericano y a los de toda la etapa de preparación. Fue completo en todas las líneas, procurándonos muchas ocasiones de ampliar y con cero peligro en el arco de Ariel.

¿Por qué no prevaleció el talento chileno en la derrota con Ghana?

Porque entonces aún no existía la regla de racionar la cantidad de competencias en las cuales podía participar un mismo jugador, es más, de Ghana supimos que tres o cuatro de sus jugadores habían disputado seis meses antes la final del Mundial Sub 20 de Australia. ¿Qué podíamos hacer ante increíble escenario? Muy poco. A la larga se notó muchísimo la envergadura física, la que nos sobrepasó perdiendo 3-0 sin apelación.

Todos coincidieron en esta tesis: Chile mereció el título…

Absolutamente. La FIFA, como sostuvieron Joao Havelange y Joseph Blatter, y como también lo dijo Rozental a la Casa del Deporte, nominó a Chile como campeón y al partido por el tercer puesto como la real final. Tal designación obedece a lo ya hablado: a las serias dudas de las edades de algunos participantes, a las anormalidades en las reglas y a varias situaciones que hoy, ojalá, estén reguladas. Y a que fuimos los mejores, condición confirmada contra Túnez, República Checa y dos veces contra Polonia.

¿Y qué opinas de Leonardo Véliz, reconocido por varios compañeros tuyos en entrevistas con la Casa del Deporte?

Extraordinario. Sólo tengo palabras de admiración porque, a pesar de la escasa tecnología de aquellos momentos, supo detectar a rivales desconocidos y acomodar los partidos de acuerdo a sus capacidades. Analizó técnica y tácticamente a todos, una herramienta muy importante que nos dio un panorama de cómo jugar contra cualquiera. Y su labor de conductor la complementó con un liderazgo firme, pero a la vez con los matices de un padre. O sea, no había temor ni miedo, sí mucho respeto.

“SAUSALITO SERÁ PRIMORDIAL PARA CHILE EN PRIMERA FASE”

“Primero, la suerte de la Selección dependerá del planteamiento y del modelo implantado por Miguel Ponce, y después, de la composición física. Jugadores sin ventaja en ese aspecto pueden enfrentar a rivales como Croacia, Nigeria y Estados Unidos, y ganarles. Es cosa de ver al Barcelona, a Lionel Messi y a nuestra selección adulta, por ejemplo, que aun adoleciendo de envergadura se ha impuesto gracias a una calidad tremenda”, analiza Garrido a tres días de la apertura del Sub 17 Chile 2015. Y agrega:

Trabajé con los chicos junto a Mariano Puyol y después, en una etapa de transición, con Hernán Caputto antes de la llegada de Alfredo (Grelak), quien comenzó este proceso. Estuve hasta tres meses antes del Sudamericano, entonces los conozco y cuando competimos los vi rendir. Ojalá en Viña, tras el debut en Santiago, afloren todas sus capacidades recogidas de cada uno de los entrenadores en un largo tiempo preparatorio”.

¿Entonces ves posibilidades ciertas para pasar a la segunda fase?

Sí, las tenemos si encaramos los compromisos fundamentados en la característica principal de nuestro fútbol, la buena técnica. A esto debemos sumar el impulso físico experimentado en los últimos años, hoy tenemos zagueros centrales más fornidos, y en el mediocampo tenemos muchachos que juegan muy bien, y además delanteros rápidos y hábiles. Por ahí va la fórmula para enfrentar a tres rivales que, en el papel, podrían ser superiores por envergadura.

¿Qué puede afectar los sueños de muchachos que serán anfitriones? ¿Eso precisamente, la localía?

Diversos factores: el día, el ambiente, la parte anímica, situaciones desconocidas por el hincha que pueden influir en el rendimiento. Será fundamental abstraerse de la presión que significa jugar un Mundial en casa con 17 millones de chilenos atentos, esto es clave a la hora de enfrentar un grupo difícil. Pero Chile tiene las condiciones para saltar el primer desafío, una etapa en la cual Sausalito resultará primordial cuando en él juegue dos partidos determinantes.

Y Viña, Nelson, ¿qué te parece?

Es representativa para nuestro país a nivel internacional, no por nada ha sido junto a Sausalito una ciudad de mundiales, Copas América, preolímpicos y de numerosos eventos futbolísticos. Incluso su reputación trasciende lo deportivo por medio del festival, de su infraestructura, de la calidad de su gente… Y que sea sede de otro Mundial, certamen visto en todos los continentes, le da la posibilidad a Chile mostrar su cultura e idiosincrasia desde una ciudad tan hermosa como Viña del Mar.

Reconociendo la evocación de la Casa del Deporte, esa memoria que celebra uno de los cuatro grandes momentos de la Roja, el zurdo de un penal histórico deja una convocatoria: “El martes 20, el mismo día del partido Chile-Nigeria en Sausalito, la Sub 15 jugará en Reñaca Alto con la Sub 16 de Everton. Vaya a apoyar a ambas”.

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