NERY PUMPIDO: “El Festival es conocido internacionalmente y Viña es muy bella, tiene grandes playas”

«¿Y cómo estuvo el Festival anoche?, ¿bien? Anoche empezaba, ¿no? Claro que es conocido internacionalmente. Y Viña creo que es muy bella, tiene grandes playas, de las mejores de Sudamérica. No tengo el gusto de conocerla, como jugador y entrenador nunca fui», refiere al comienzo NERY ALBERTO PUMPIDO BARRINAT, arquero que en 1986 ganó todo: el Mundial de México y, con River Plate, la Copa Libertadores, la Intercontinental –actual Mundial de Clubes- y la Interamericana. Adusto, de exigua sonrisa, se malhumora cuando le preguntamos si uno de sus nombres es Carlos: «¡No. De dónde sacaste que uno de mis nombres es Carlos. Soy Nery Alberto, nada más! He visto por ahí que me ponen Carlos, pero no. Sí nací en Santa Fe el 30 de julio del ’57, en Pueblo Monje. Mis padres son Delia y Nelson Antonio; soy casado, tengo cuatro hijos y tres nietos, todos varones… No anda bien el ánimo con la derrota de anoche (1-5 ante la «U» por la Libertadores)», articula el «Camello», su ignorado apodo, antes de abordar el bus Cata que en los próximos minutos lo lleva junto a sus pupilos del Club Godoy Cruz al aeropuerto de Santiago para el más que ansiado retorno a Mendoza: es que fue severo el golpe que les propinó la «U» de Sampaoli .  

En el hotel NH Ciudad de Santiago («Cuestión de Detalles», su lema difusor), apostado en Av. Condell 40, Providencia, el campeón mundial y ganador de la Libertadores 2002, como DT de Olimpia de Paraguay, responde presurosa y ligeramente tópicos que la CASA DEL DEPORTE DE VIÑA DEL MAR le propone. Conforme pasan los minutos, se distiende el compañero del ex galopante Patricio Nazario Yáñez en el Betis de Sevilla, en 1989.

Debutaste entre los tres palos de Unión de Santa Fe en 1976, Nery…

Sí. Después jugué en Vélez, River, Betis y terminé el ’92 en Unión, el club que me formó, al que llegué a los trece años. Como técnico, dirigí a Unión, Olimpia, Tigres de México, Newell’s Old Boys… En Newell’s, el 2006, estuve con Marcelo Oyarzún (PF del Colo Colo 91), él era director deportivo del club.

Fuiste compañero de figuras de nivel mundial. Menciona algunas de las más conocidas para la afición de VIÑA, CIUDAD DEL DEPORTE.

En River jugué con Ruggeri, Gallego, que fue técnico de Colo Colo hace poco, el Beto Alonso, Francescoli, Gorosito, Caniggia. Con muchos. El técnico del River ’86 era el Bambino (Héctor) Veira, que me decís jugó en la Universidad de Chile el año 77. En España, fui compañero del Pato Yáñez, muy buen jugador y gran persona. Ayer lo vi un rato, y vine al partido de su despedida en el estadio de Colo Colo (6 abril 1995). Y en la Selección, todos saben con quienes jugué: con Maradona, el Tata Brown, Ruggeri, Checho Batista, Borghi, Bochini, Burruchaga, Valdano…  Estuve ocho años en la Selección, jugué con muchos.

¿Quién fue tu ídolo?

No tuve ídolos, pero de todos saqué lo mejor: de Agustín Irusta, con quien jugué en Unión en mis primeros años, de Gatti, Fillol…

Fuiste contemporáneo de Hugo Gatti y de Ubaldo Fillol, campeón del mundo el ’78, y el DT Carlos Bilardo optó por ti para México ’86…

Tuve la suerte de que Carlos me dio la titularidad para México. El ’82, Menotti me llevó a España pero no jugué, Fillol atajó. En México jugué todos los partidos y ahí viví mi mayor alegría en el fútbol. Fuimos campeones en un año en que, además, gané la Libertadores y la Intercontinental con River.

Menotti, Bilardo, Veira… ¿Quién fue tu mejor entrenador?

Bilardo.

Él siguió confiando en ti y te nominó para Italia ’90, un Mundial aciago…

Sí, mis peores momentos. En el debut con Camerún perdimos 1-0 y fui responsable en el gol, una pelota fácil, un cabezazo que se me fue. Y en el siguiente partido, con Unión Soviética, me fracturé la pierna derecha tras chocar con el Vasco (Julio) Olarticoechea.

Ahí ingresó otro Vasco, Sergio Goycochea, quien atajando penales tuvo un rol preponderante para llegar a la final con Alemania Federal…

Muy importante Sergio. En las definiciones con Yugoslavia e Italia atajó varios para llegar a la final. Fue un triste Mundial, Maradona jugó lesionado, yo me fracturé y no pudimos retener el título.

Antes que al porteño Patricio Yáñez, ¿conocías a algún futbolista chileno?

¡Sí, si estoy dentro del fútbol, cómo no iba a conocer!

¿A quién?

Elías Figueroa, a (Roberto) Rojas, el arquero. Después, a Zamorano, Salas, Alexis Sánchez.

¿Qué me dices de Alexis?

Gran jugador, está en Barcelona con los mejores. Así como va…

¿Messi es el mejor? ¿Ya está dentro de los grandes de la Historia?

Sí, actualmente es el mejor, lo que no es ningún secreto. No te digo nada nuevo. Y sí, ya está dentro de los más grandes.

Maradona o Messi…

Los dos.

¿Pelé o Maradona?

¡El Diego!

Tu veredicto es más que autorizado, ¿Claudio Bravo es un buen arquero?

Sí, es un buen arquero… Está Herrera también. Hizo una gran Copa Sudamericana con la Universidad de Chile, fue campeón. Pero no me gustan las comparaciones.

Bielsa, Pellegrini, Borghi, ¿quién es mejor DT?

Te dije, no me gustan las comparaciones. Los tres son muy buenos, importantes. A Borghi lo conozco bien, jugamos el Mundial de México.

¿Tienes guardada la medalla de campeón en México? Te lo pregunto porque, en un acto inverosímil, Borghi regaló la suya. Eso lo hace el Bichi nomás…

¿Y a quién se la regaló, cómo sabés eso?

En entrevista a esta Casa del Deporte, reveló que se la dio a una persona que lo ayudó a terminar los estudios, a una señora importante en su vida, María Stubic.

Bien, cada uno hace lo que quiere… La mía la tengo guardada, por supuesto. Difícil regalar algo de esa importancia. Para explicar lo que es ganar un mundial, hay que jugarlo y ganarlo. Si no, no hay palabras.

¿Pensaron en las víctimas de las Malvinas antes del encuentro con Inglaterra en el Azteca? Maradona les dijo que quería ganar por ellas, que no se las podía sacar de la cabeza…

Es un pensamiento que teníamos todos, no sólo Diego. Hablábamos del tema y, como todos, queríamos ganar ese partido. Fue un gran triunfo, con un Diego extraordinario (anotó el 1-0 con la célebre «Mano de Dios» y se redimió con el «Gol del Siglo», ese que brindó a todo el planeta, no sólo a su país, luego de eludir a medio equipo inglés, incluido el meta Peter Shilton).

¿En qué momento pensaron que ganaban la Copa del Mundo?

Después del partido con Inglaterra. Ahí tuvimos la certeza.

Está difícil la Eliminatoria para arribar a Brasil, ¿clasifica Chile?

Difícil, sí. Cualquiera clasifica, Uruguay, Argentina… Todos han avanzado, ya no le ganás a Venezuela ni a ninguna selección con la camiseta.

Gracias, Nery, que lleguen bien a Mendoza. Reciben a la «U» allá por la Libertadores, en la revancha se pueden resarcir del  5-1 de anoche.

Gracias a ustedes, que les vaya bien con el Festival y el deporte de Viña, y pronto  espero  conocer tu ciudad. Sé que es muy hermosa. Y disculpa, pero el ánimo no anda bien con la derrota de anoche. En Mendoza tenemos que ganar a todos para avanzar.  

 

Jueves 23 de febrero, 9.50 horas, y Godoy Cruz emprende el derrotero hasta Pudahuel. Recién el tri mundialista, desde arriba del «ómnibus», espeta una tenue sonrisa y un adiós con una templada mano alzada. Nery Pumpido, otra figura que enriquece la Galería de Grandes Entrevistados de la CASA DEL DEPORTE de Viña del Mar. Un triunfador que, en un solo año, 1986, alcanzó asombrosos galones: ya está dicho, una Copa Mundial de Naciones (la crema de la crema del balompié), la de México, y la Libertadores, Intercontinental e Interamericana. Alzó, asimismo, el máximo trofeo de clubes de América siendo entrenador del Olimpia paraguayo, en 2002. Sólo Gilmar, arquero de Brasil y del Santos de Pelé, obtuvo en 1962 la Copa Jules Rimet en el Sausalito de la CIUDAD DEL DEPORTE y en Santiago, además de la Libertadores e Intercontinental.

Al cierre, para el anecdotario de esta página, asoman dos auténticos personajes del fútbol sudamericano: Claudio Cornejo y el mendocino Gordo Matías, el «Polaco» Matías Lubowiecki, fanático del club trasandino avecindado en nuestro país hace dos lustros, que, molesto con Nery, descarga su ira con un hincha chileno que pulula por el hotel cubierto con una camiseta de la Selección inglesa, con la «7» de Beckham: «No podés venir a ver a un equipo argentino con una remera de Inglaterra», le profiere enérgicamente el Polaco violando la quietud del NH. El sentido común del Gordo… Cosas del fútbol, la pasión del deporte.   

Por Mario Ramírez Escudero